Aprobadas las bases para garantizar la calidad en la enseñanza universitaria

Ayer, 27 de julio, el Consejo de Ministros aprobó, a propuesta del Ministerio de Universidades, el Real Decreto que establecerá las bases para garantizar la calidad en la enseñanza universitaria. Esta medida, de carácter retroactivo, hará que las universidades, ya sean públicas o privadas y de modalidad presencial, virtual o híbrida, tengan que adaptarse a determinados requerimientos de calidad establecidos para todo el sistema universitario.

En nuestra opinión, la alta temporalidad en las plantillas docentes hará que universidades públicas incumplan con las exigencias del Real Decreto que regula la creación de universidades. 

*         La falta de precisión, claridad y criterios homogéneos tampoco ayuda a la hora de considerar y evaluar la actividad investigadora o la cualificación del personal docente e investigador

*         CSIF comparte la filosofía de poner coto a la proliferación sin control de universidades privadas

Accede en el siguiente enlace a la información del Ministerio de
Universidades acerca de que el Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto para garantizar la calidad de la enseñanza universitaria»:

Bases para garantizar la calidad universitaria

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Resultados de la macroencuesta sobre teletrabajo de CSIF y ARHOE

  • Más del 90 por ciento de los trabajadores/as apuestan por el teletrabajo parcial, pero hay que mejorar su implantación
  • El 72% de los encuestados/as advierte sobre la falta de corresponsabilidad: las mujeres teletrabajan el doble para atender a menores y dependientes
  • Una cuarta parte de los trabajadores/as alerta de que no se respeta la desconexión digital ni en las administraciones públicas ni en las privadas

La pandemia y el teletrabajo continúan agravando la desigualdad y las tareas domésticas siguen aumentando con nuevas obligaciones. Las mujeres teletrabajan el doble que los hombres para atender a menores y dependientes a su cargo y esta modalidad laboral está lejos de ser una vía para la conciliación real si no va acompañada de medidas que fomenten la corresponsabilidad.

Además, la desigualdad de oportunidades de quienes teletrabajan frente a los que no; la falta de desconexión; la carencia de criterios claros a la hora de determinar qué puestos pueden acogerse al trabajo no presencial, la falta de formación de quienes implantan las medidas en las empresas y administraciones, la escasez de acciones estratégicas y la improvisación marcan el día a día de miles de teletrabajadores/as.

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