Nuevo curso universitario, viejos problemas sin resolver.

Desde CSIF, con profesores, investigadores y personal de administración y servicios, consideramos triunfalista e improcedente el mensaje del mes de agosto del Ministerio de Universidades afirmando haber cumplido el 68% de sus compromisos para transformar el Sistema Universitario Español. La realidad innegable es que las universidades y los colectivos universitarios siguen con muchos y graves problemas para seguir desarrollando una labor social (educación superior, ciencia e investigación) de calidad contrastada y cada vez más reconocida por los ciudadanos. 

Seguimos luchando para conseguir que el Convenio del Personal Laboral de las Universidades Públicas Valencianas se apruebe finalmente y con ello se consigan importantes mejoras en las condiciones retributivas y laborales de los colectivos de profesorado laboral más precarios. Estamos a la espera de que tal y como se comprometió la Secretaria Autonómica de Universidades, Carmen Beviá, nos convoquen en un plazo breve para ver si por fin se avanza de forma concluyente en su aprobación.

De los proyectos realizados y con carácter definitivo sólo se aprobó el curso pasado la Ley de Convivencia Universitaria y, además, con un texto que violentaba el acuerdo alcanzado y fragmentaba las reglas a aplicar en cada universidad lo que puede generar desigualdad e inseguridad jurídica. 

El Gobierno aprobó también el Proyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) que inicia ahora en septiembre su tramitación parlamentaria en el Congreso de los Diputados con el objetivo de ser aprobada en febrero-marzo de 2023. Como ya os hemos informado de forma prolija, CSIF no puede aceptar un texto que rompe la igualdad y el marco común básico, fomenta la perniciosa doble vía paralela funcionarial y laboral del PDI, no desarrolla una carrera académica clara, ágil y predecible, supone un déficit democrático en la gobernanza, olvida a los investigadores postdoctorales y presenta una inaceptable provisión de puestos del Personal de Administración y Servicios. 

Pese a las vaguedades e incertidumbres sobre la LOSU, desde CSIF intentaremos que en vía parlamentaria se corrijan algunas de las medidas (laboralización de las plantillas, mayor poder a las agencias de acreditación autonómicas, escasa financiación, figuras de Profesor Permanente Laboral, etc.) que, sin lugar a dudas, incrementarán las dificultades del Sistema Universitario Español. 

Los plazos de tramitación e implementación de la ley se presumen largos y, además, quedarán sin resolver problemas que para CSIF requieren actuaciones urgentes como son:

* Limitar la precariedad y la alta temporalidad del PDI y del PAS.

* Modificar de manera sustancial el sistema de acreditación de la ANECA.

* Asignación presupuestaria para la renovación de plantillas.

* Elaboración del Estatuto del PDI. 

* Actualización y mejora retributiva de todos los colectivos.

* Eliminación de la tasa de reposición.

* Incremento de la financiación de las universidades. 

Otros asuntos por los que CSIF seguirá luchando y que exigen soluciones durante el nuevo curso son: 

* Convocatorias del Sexenio de Transferencia y del Sexenio Docente.

* Evaluación y cobro de Sexenios y Quinquenios por el PDI laboral temporal. 

* Dignificar la carrera investigadora postdoctoral y superar el maltrato sufrido por muchos Margarita Salas y María Zambrano.

* Reducción de trabas burocráticas y obstáculos administrativos.

En definitiva, afrontamos un curso en el que, para CSIF, no solo vale con adaptarse a la nueva normativa (LOSU y reforma Ley de la Ciencia), sino que exige también la adopción de otras medidas valientes, rápidas y efectivas para transformar de verdad el Sistema Universitario Español y acabar con la precariedad laboral de profesores, investigadores y personal de administración y servicios.

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