El teletrabajo es una forma organizativa del trabajo cuya eficacia en un amplio conjunto de tareas es indudable y constituye incluso un valor irrenunciable para las organizaciones con proyección de futuro.
La opción del teletrabajo requiere una regulación consensuada, sólida y estable, que sea sinérgica -además- con otras iniciativas en el ámbito laboral, como es el caso del Plan CONCILIA. Aunque esto requiere un tiempo mínimo para el análisis y negociación de propuestas, el calendario de aprobación no debe dilatarse excesivamente, habida cuenta de la experiencia acumulada por la UPV en esta materia.
En este sentido, desde CSIF hemos detectado la necesidad de tener una regulación provisional del teletrabajo y, por ello, remitimos en su día una propuesta -en la que se incluía a todos los trabajadores de la UPV- pero que no fue considerada por la mesa de negociación.
Entendemos que el Rector se haya visto impelido a firmar la resolución de fecha 31.03.22, con el fin de ajustarse a la normativa actual, atendiendo a las conclusiones del informe jurídico que solicitó sobre la cuestión. Sin embargo, discrepamos en la forma de abordar el periodo transitorio comprendido entre los días 4 y 30 de abril, pues se le propusieron fórmulas normativas alternativas que no creyó oportuno atender.
A pesar de valorar muy positivamente la dedicación y la actitud negociadora de los Sres. Guillém, García, Marí y Casanova (Vicerrector-Director Delegado, Vicerrector, Gerente y Vicegerente, respectivamente), lamentamos y consideramos como un hecho grave el repentino y abrupto cambio de rumbo que la Resolución de 31.03.22 supuso para el proceso negociador ya iniciado. Esta situación podría haberse evitado o minimizado bien con una comunicación más eficaz en el seno del Equipo de Gobierno, bien con una resolución transitoria más acorde al ritmo de la negociación que ya estaba en marcha.
A pesar de las informaciones contradictorias, confiamos en que la voluntad del Rector y del Equipo de Gobierno siga siendo la de llegar a un acuerdo por el que la UPV disponga de la mejor regulación del teletrabajo. Nuestra posición y voluntad negociadora siguen intactas, pero entendemos que situaciones como ésta, que erosionan la credibilidad de los representantes designados por el Rector, no pueden repetirse en el marco del proceso negociador.