Escasas y poco concretas son las medidas referentes a las universidades como el Estatuto del Personal Docente e Investigador que, además, quedan hipotecadas a la aprobación de una nueva Ley Orgánica de Universidades que se antoja imposible de alcanzar con el actual escenario político.
Lamentamos que no haya referencias a la simplificación y mejora de los procedimientos de acreditación del Profesorado universitario en línea con lo sí recogido para facilitar la acreditación de nuevos títulos académicos.
Rechazamos el ninguneo e imperdonable olvido que sufre el Personal de Administración y Servicios.
Valoramos más positivamente el incremento de la financiación de las becas y ayudas al estudio, así como la reducción de las tasas universitarias.
Sobre las medidas para la Ciencia es necesario destacar, junto a algunos futuribles, la concreción referente a las subidas en la financiación de la I+D+i y en las becas predoctorales y contratos postdoctorales para el 2020.