Hace un año y medio valoramos muy positivamente la creación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Ahora, desmantelar una estructura que integraba investigación, conocimiento e innovación nos parece un atraso que va en sentido contrario a lo que ocurre en países de nuestro entorno.
Al dividir las carteras se puede perjudicar la ciencia y la competitividad ya que las Universidades públicas realizan el 70% de la investigación que se hace en España.
La Universidad puede quedar desatendida y perder su voz en temas vitales como proyectos de investigación, contratos de formación, sexenios de investigación y transferencia, etc.
La multiplicación de interlocutores incrementará el gasto y las trabas burocráticas a la vez que generará duplicidades, descoordinación y retrasos.
Nos tememos que una gestión separada y con estructuras y organigramas diferentes afecte de forma negativa al personal docente e investigador y, en especial, a los contratados predoctorales y postdoctorales.
El diario El País recogió ayer algunas notas sobre la valoración de CSIF a la posible separación de carteras de Universidad y Ciencia
https://elpais.com/sociedad/2019/12/31/actualidad/1577803523_293257.html