Ante la evolución de la pandemia y para garantizar la seguridad y salud de alumnos, PAS y PDI el ministerio y las universidades deben revisar y actualizar los planes y protocolos de actuación para el inicio del curso universitario 2020-2021
- CSIF señala que el gobierno tiene que liderar y coordinar el inicio de curso y remitir ya a las universidades los 400 millones del Fondo Covid
- Las universidades deben asegurar que la información sobre lasmedidas sanitarias y educativas se actualiza y llega a todos los colectivos
Con carácter general, lo último publicado el 10 de junio fueron las recomendaciones del Ministerio de Universidades a la comunidad universitaria para adaptar el curso universitario 2020-2021 a una presencialidad adaptada que se adjuntan. A partir de aquí, cada universidad
debía aprobar sus planes, estrategias y medidas, de conformidad con su situación específica y en connivencia con los gobiernos autonómicos.
Las universidades deben haber afrontado durante estos meses la situación con adaptación de espacios, implementación de medidas de higiene y protección, previsión de docencia presencial, mixta y on line, publicidad de las medidas adoptadas, planes de contingencia de acuerdo con las Comunidades Autónomas, estrategias de digitalización y formación, consulta y negociación con los Comités de Seguridad y Salud y con los representantes de los trabajadores, etc.
CSIF insiste en que otras claves fundamentales están en la necesidad de reforzar las plantillas de PDI y PAS, realizar abundante formación en nuevas tecnologías e incrementar los recursos económicos para adquirir y mantener equipos informáticos y nuevas plataformas digitales.
Ahora no se trata de ser alarmista, sino de constatar una realidad evidente que manifiestan los rebrotes y el número de contagios: el escenario ha cambiado radicalmente desde mediados de junio a día de hoy y la evolución de la pandemia hace las recomendaciones insuficientes y obliga -sobre todo en los territorios más afectados- a revisar y actualizar los planes y protocolos de actuación. La inquietud y la incertidumbre se extiende entre estudiantes, profesores, investigadores y personal de administración y servicios que consideran que en algunas universidades se han tomado medidas escasas, imprecisas e insuficientes.
En este asunto no vale escudarse en la autonomía universitaria y el gobierno debería liderar y coordinar el inicio de curso y proponer medidas homogéneas para todas las universidades públicas ya que se va a hacer necesario la adopción de nuevas actuaciones y últimos ajustes en temas como la docencia virtual, la ejecución de las prácticas, secuenciar el acceso entre titulaciones, ajustar la programación en las aulas informáticas o la rotación de grupos en las zonas más castigadas por el Covid-19.
Por último, el gobierno debería hacer llegar ya a las universidades los 400 millones del llamado Fondo Covid de ayuda para el comienzo de curso en las universidades. Estos 400 millones son el 20% del fondo adicional para fines educativos que el gobierno va a entregar a las comunidades autónomas. Recordamos que los gastos extraordinarios y no previstos en sus presupuestos realizados estos meses por las universidades (acondicionamiento de espacios,
compra de equipos informáticos y plataformas digitales, contrataciones, etc.) se han sufragado a partir de otras partidas que no pueden quedar desatendidas.