El PAS trabaja con denuedo y calidad durante el confinamiento y la pandemia

CSIF rechaza por insidiosas e inconsistentes las críticas vertidas por el economista Javier Ferri hacia el colectivo de administración y servicios 

Afirmar en un medio nacional sobre el personal de administración de la Universidad que, durante el confinamiento, “su trabajo era cero y cobraban su sueldo íntegro” demuestra desconocimiento o mala intencionalidad evidente. Y ese ataque gratuíto solo para justificar su más que discutible propuesta de “recargo transitorio en el IRPF de los funcionarios”. 

Habría que recordarle la importancia estratégica de la gestión universitaria que realiza el PAS con equipos humanos de gran capacidad, cualificación y calidad profesional. Mantuvieron funcionando y mejoraron con enorme capacidad adaptativa las redes y las plataformas, realizaron en condiciones difíciles la gestión económica, administrativa y académica, sus técnicos sostuvieron y apoyaron la investigación, la gestión de los recursos humanos, los servicios de bibliotecas y laboratorios, etc.

Muchos de ellos han estado teletrabajando, asesorando a los alumnos, gestionando nóminas y bajas médicas, apoyando la docencia y la investigación y, además, poniendo para ofrecer una enseñanza universitaria de calidad durante la pandemia sus medios personales. 

CSIF respalda, agradece y pone en valor un trabajo de calidad, indispensable en el funcionamiento de las universidades, y realizado también durante el confinamiento con plantillas insuficientes y escasamente reconocidas.

El ministerio y las universidades deben revisar y actualizar los protocolos de actuación para el inicio del curso universitario 2020-2021

Ante la evolución de la pandemia y para garantizar la seguridad y salud de alumnos, PAS y PDI el ministerio y las universidades deben revisar y actualizar los planes y protocolos de actuación para el inicio del curso universitario 2020-2021

  • CSIF señala que el gobierno tiene que liderar y coordinar el inicio de curso y remitir ya a las universidades los 400 millones del Fondo Covid
  • Las universidades deben asegurar que la información sobre lasmedidas sanitarias y educativas se actualiza y  llega a todos los colectivos

Con carácter general, lo último publicado  el 10 de junio fueron las “recomendaciones del Ministerio de Universidades a la comunidad universitaria para adaptar el curso universitario 2020-2021 a una presencialidad adaptada” que se adjuntan. A partir de aquí, cada universidad
debía aprobar sus planes, estrategias y medidas, de conformidad con su situación específica y en connivencia con los gobiernos autonómicos.

Las universidades deben haber afrontado durante estos meses la situación con adaptación de espacios, implementación de medidas de higiene y protección, previsión de docencia presencial, mixta y on line, publicidad de las medidas adoptadas, planes de contingencia de acuerdo con las Comunidades Autónomas, estrategias de digitalización y formación, consulta y negociación con los Comités de Seguridad y Salud y con los representantes de los trabajadores, etc. 

CSIF insiste en que otras claves fundamentales están en la necesidad de reforzar las plantillas de PDI y PAS, realizar abundante formación en nuevas tecnologías e incrementar los recursos económicos para adquirir y mantener equipos informáticos y nuevas plataformas digitales.

Ahora no se trata de ser alarmista, sino de constatar una realidad evidente que manifiestan los rebrotes y el número de contagios: el escenario ha cambiado radicalmente desde mediados de junio  a día de hoy y la evolución de la pandemia hace las recomendaciones insuficientes y obliga -sobre todo en los territorios más afectados- a revisar y actualizar los planes y protocolos de actuación. La inquietud y la incertidumbre se extiende entre estudiantes, profesores, investigadores y personal de administración y servicios que consideran que en algunas universidades se han tomado medidas escasas, imprecisas e insuficientes.

En este asunto no vale escudarse en la autonomía universitaria y el gobierno debería liderar y coordinar el inicio de curso y proponer medidas homogéneas para todas las universidades públicas ya que se va  a hacer necesario la adopción de nuevas actuaciones y últimos ajustes en temas como la docencia virtual, la ejecución de las prácticas, secuenciar el acceso entre titulaciones, ajustar la programación en las aulas informáticas o la rotación de grupos en las zonas más castigadas por el Covid-19.

Por último, el gobierno debería hacer llegar ya a las universidades los 400 millones del llamado Fondo Covid de ayuda para el comienzo de curso en las universidades. Estos 400 millones son el 20% del fondo adicional para fines educativos que el gobierno va a entregar a las comunidades autónomas. Recordamos que los gastos extraordinarios y no previstos en sus presupuestos realizados estos meses por las universidades (acondicionamiento de espacios,
compra de equipos informáticos y plataformas digitales, contrataciones, etc.) se han sufragado a partir de otras partidas que no pueden quedar desatendidas.