Su falta de rigor, sus contradicciones y sus retrasos lo han revelado como un auténtico fiasco
- La tasa de éxito alcanzó un exiguo y denigrante 42,47%.
- Ha fallado el procedimiento, la comunicación y la transparencia.
- No ha habido protocolo único y sí una evaluación de criterios injusta y contradictoria, especialmente en áreas multidisciplinares.
- No se han cumplido las expectativas generadas ante un proyecto piloto.
- Han primado más los condicionantes económicos que los anunciados criterios amplios y genéricos.
- Seguimos sin conocer los criterios e instrucciones de las evaluaciones.