CSIF ha participado el 18 de octubre en la reunión multisectorial (rectores, CCAA, estudiantes, sindicatos y CCSS) con el Ministerio de Universidades sobre el Título VIII del APLOSU Régimen económico y financiero de las universidades públicas.
Desde CSIF creemos que el sistema de financiación propuesto en el anteproyecto no permitirá a las universidades una verdadera autonomía a la hora de abordar sus objetivos, ni posibilitará superar la endémica infrafinanciación de las universidades públicas. Habiendo tenido las universidades públicas un recorte presupuestario superior al 22% desde la crisis económica de 2008, no podemos deducir de las inciertas promesas de la LOSU que habrá un incremento suficiente de la financiación universitaria en los próximos años. Desde CSIF apostamos por alcanzar, como mínimo, el 1,5% del PIB durante los próximos años para ir acercándonos a la media europea.
En CSIF lamentamos que el documento no vaya acompañado de una Memoria económica y que no se pueda conocer ni estimar cuánto costará implantar la nueva LOSU y quién y cómo afrontará los gastos. En definitiva, en los artículos del anteproyecto aparece un acusado voluntarismo, pero sin concretar los mecanismos para mejorar e incrementar la financiación.
Destacamos la poca concreción y los muchos futuribles que aparecen en el texto: “los poderes públicos dotarán de los recursos económicos necesarios”, “se garantizará suficiencia financiera” o “El Estado y las Comunidades Autónomas acordarán un plan de incremento del gasto público en educación para los próximos diez años”. No parece procedente vincularnos a la educación no universitaria, por lo que desde CSIF pedimos un Plan de incremento de gasto público específico para la educación universitaria.
Por otro lado, valoramos las referencias a la programación plurianual, pero advertimos problemas generales y riesgos para las universidades pequeñas al diferenciar tres ejes de financiación que podrían generar disparidades y desigualdades significativas: financiación estructural, financiación por objetivos y financiación por necesidades singulares.
Desde CSIF pedimos que desaparezca de la LOSU el blindaje de la tasa de reposición para el Personal Docente e Investigador (PDI) y para el Personal de Administración y Servicios (PAS). Además, si no eliminamos con carácter definitivo la gravosa tasa de reposición, las universidades públicas tendrán grandes dificultades para incrementar y rejuvenecer las plantillas y para poder estabilizar en un futuro inmediato las actuales figuras de profesorado temporal. Con la actual tasa de reposición no daría en absoluto tiempo a reducir la temporalidad al 20% en los cinco años que marca la LOSU.